QUEBRADA los CÓNDORES

La Quebrada Cóndores está ubicada en la comuna de Copiapó, nace de un cerro que aparentemente se llama Molle Chico y desemboca en la Quebrada de Paipote, al costado de dónde está ubicada la planta de Inacesa.

Por el lado de los Tambos, por el sur se encuentra el cerro Checo de Plata y por noroeste está la Sierra Potrillo.

A la Quebrada Condores se llega siguiendo el camino hacia Inca de Oro, por dónde se encuentra la Fábrica Inacesa en la Ruta C-377, después se toma un desvío hacia el noreste por un camino de tierra el cual fue afectado por las bajadas de agua de las lluvias del invierno. Los Tambos se encuentran a más de 20 kilómetros de la ruta principal.

Los tambos están ubicados en caras separadas de dos planicies de un cerro cuyo brazo se extiende hasta la Quebrada Cóndores. En una planicie al frente mirando hacia el sur se distingue una Aguada junto con una porción de tierra con surcos de una posible plantación o cultivo de algunas hortalizas u otros productos alimenticios.

Es un paisaje Preandino con una morfología de Pampa Ondulada Austral; los suelos son Fluviosoles y la vegetación corresponde a Desierto Estepárico de El Salvador.

En el libro “Naturalistas en Atacama, Darwin, Domeyko, Gay, Pissis y Philippi”, del escritor Cristian Muñoz, se detalla una de las rutas realizadas por Darwin por el Despoblado de Atacama hasta llegar a la Laguna Santa Rosa en el año 1835, que en realidad se refería al sector noreste de Copiapó y Tierra Amarilla, abarcando las Quebradas de Paipote, San Miguel, Carrizalillo y Cóndores.

Cristian junto con otros profesionales van en busca de una de las rutas realizadas por Darwin y dan con la Quebrada Cóndores en dónde se encuentra con los recintos, posiblemente los divisados por Darwin.

Realizan varias expediciones encontrando los recintos y describiéndolos en el libro, encontrando mucho material de uso actual y en un sector encontraron restos de tejidos antiguos asumiendo que podría tratarse de ropa prehispánica, comprometiendo volver al sector para seguir investigando.

Los tambos están en buenas condiciones, no fue posible encontrar cerámicas, sí posibles piedras talladas. Aun quedan muchos restos de su uso actual o moderno.

Tienen una hechura igual a la de los tambos antiguos, es decir, dos hileras de piedras con un relleno, en algunos casos de tierra y en otros de piedras más pequeñas.